La Batalla de las Navas de Tolosa
La batalla de las Navas de Tolosa marcó un antes y un después en la historia de España.
En el norte de Jaén se vivió un encarnizado combate entre las tropas
cristianas y los musulmanes. Todo iba bien para los moros, pero algo
decantó la balanza definitivamente hacia el lado cristiano... ¿El qué?
El 16 de julio de 1212, la coalición cristiana formada por unos 70.000 soldados , encabezada por Castilla, derrotó a los 120.000 musulmanes del imperio almohade
en el norte de la provincia de Jaén, junto a Despeñaperros. Aquella
victoria marcó el declive musulmán y el inicio de la fase final de la
Reconquista.
Más de 100.000 moros esperaban a lomos de sus caballos la llegada de
las tropas cristianas que no superaban los 70.000 hombres. Y el
16 de julio comenzó la batalla. Los musulmanes arrancaron impetuosos y
la balanza se inclinó hacia el lado moruno, sin embargo, un hecho cambió
la historia. Los soldados andaluces que formaban parte del contingente
musulmán abandonaron la batalla como muestra de desagrado por el trato
que los almohades daban a los suyos. Con la desbandada andaluza llegó el
pánico del resto de luchadores que pasaron de ser los vencedores a caer
finalmente vencidos.
A partir de esta importante batalla librada en el norte de Jaén, el retroceso de los musulmanes fue lento pero inexorable hasta que, en 1492 se completara finalmente la Reconquisata. Miles de personas murieron en la batalla de las Navas de Tolosa y
ahora, 800 años más tarde, sabemos con certeza que ese lunes 16 de
julio tuvo lugar una de las páginas decisivas de la historia de nuestro
país.
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